viernes, mayo 15, 2009

Cepos para inmigrantes

Insiste Berlusconi en que le repugna la idea de una Italia multiétnica, que no piensa dar facilidades a la inmigración y que Italia sólo acogerá a quienes reúnan las condiciones para obtener asilo político. El primer ministro italiano es el más osado y charlatán respecto a la política migratoria, pero no el único que quiere endurecer la legislación o, en el mejor de los casos, meter la cabeza debajo del ala con la esperanza de que la crisis pase de largo. Esta semana, no obstante, se han producido pequeños avances en materia de derechos humanos. Los congresistas italianos han impedido que el ministro del Interior, Roberto Maroni, ultraderechista de la Liga Norte, sacase adelante su iniciativa de obligar a médicos y profesores a denunciar a los pacientes y alumnos sin papeles. Maroni tiene un largo historial de excesos verbales en esta materia; fue el promotor del centro de identificación y expulsión de indocumentados en la isla de Lampedusa y el que lanzó la proclama de ser malos con los sin papeles para consolidar el rigor de la ley.

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