CELIA HERRERA | BADAJOZ
«Repugnante». Así calificó esta semana el Gobierno español el caso del inmigrante boliviano en situación ilegal que perdió un brazo durante un accidente laboral, y que sus jefes arrojaron a la basura para esconderlo.
El suceso ha provocado una gran conmoción en todo el país, y tanto los agentes sindicales como el Ministerio de Trabajo han insistido en la necesidad de que caiga todo el peso de la ley sobre los empresarios que no cumplan la ley y se aprovechen de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los inmigrantes ilegales que necesitan trabajar.
1 comentario:
De verdad esto es como la pescadilla que se muerde la cola: no tienen papeles, luego no se les puede contratar... pero ellos necesitan trabajo y los empleadores necesitan que les ayuden. ¡Dejenlos trabajar, pero vigilen que estén bien pagados y bien atendidos! Denle papeles, para que puedan estar asegurados... y controlen a los que están cobrando el paro (que ya es algo) para que puedan currar los que no tienen nada...
Publicar un comentario