miércoles, septiembre 22, 2010

La crisis con Marruecos dispara la inmigración irregular en Melilla

El Periodico. Por muy tranquilo y limpio de pancartas y activistas que amanezca desde el pasado fin de semana el manifestódromo del paso fronterizo de Beni Enzar, en Melilla, las relaciones entre Marruecos y España siguen alteradas. La prueba es, según algunas fuentes, la "escasa o nula" implicación de las autoridades marroquís en la lucha contra la inmigración irregular en Ceuta y Melilla. Solo en esta última ciudad, hasta el 15 de septiembre habían entrado por mar, nadando o en embarcaciones hinchables, 400 inmigrantes desde que empezó el año, el doble que en el mismo periodo del 2009. El asunto sobrevoló la entrevista que ayer mantuvieron en Nueva York el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Mohamed VI. Sin embargo, tras la entrevista, que calificó de "muy positiva", el jefe del Ejecutivo transmitió un mensaje de cordialidad y aseguró que «los problemas» se deben abordar desde «el principio del respeto, con buena voluntad y con resultados prácticos».

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