lunes, febrero 21, 2011

«Creía que el riesgo de venir en patera merecía la pena»

LAURA CAORSI | BILBAO.

El horizonte que se dibuja frente a las costas italianas desata mar de fondo en las instituciones europeas. En cuestión de unos pocos días, decenas de pateras con miles de personas han arribado a las orillas de Lampedusa, donde se ha reabierto el centro de identificación y expulsión de inmigrantes, se ha repartido a la gente para cobijarla del frío y se ha declarado el estado de emergencia humanitaria. La afluencia es tan numerosa y constante que ya ha sido calificada de éxodo.
No estuvo solo en ese tramo del viaje que, como dice, le causó «temor» y duró cinco días. «Éramos 117 personas. No hubo muertos, por suerte, pero sí hubo gente que estuvo a punto de morir. Si el viaje hubiera durado un día más, algunos no habrían resistido. Estaba muy llena la barca... Las personas que organizaban el viaje eran unas mentirosas. Decían que habría poca gente, pero vinimos hacinados y hubo muchos que se quedaron en la playa porque no cabían».

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