La tumba abierta del Mediterráneo

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / ENVIADO ESPECIAL A LAMPEDUSA
Como una tumba a cielo abierto. El mar frente a las costas tunecinas vuelve a tragarse a más de 200 inmigrantes subsaharianos. Muchos de ellos niños y mujeres, víctimas de la enésima tragedia de la desesperación. El barco, sobrecargado con unas 800 personas que huían de la guerra de Libia, había navegado durante dos días y dos noches hasta que se le averió el motor , a 37 kilómetros de las islas tunecinas de Kerkennah. Al ser una zona de poca profundidad, solo pudieron hacer el salvamento lanchas neumáticas tipo «zodiac». Cuando los prófugos subsaharianos vieron las embarcaciones que se dirigían a socorrerles, ciegos por el pánico, se movieron hacia un lado de la nave, que al poco se hundió. La guardia costera tunecina pudo rescatar a 587 personas. El resto, más de 200, se ahogaron.