miércoles, agosto 22, 2012

Carta a Europa

Esta mañana, ordenando mis papeles, me encontré con este escrito de hace unos años, pero que está de perfecta actualidad.  Lo escribió el Padre Morillas en "cartas al director" en el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria, un miércoles 19 de septiembre, de no se que año, ya que no lo apunté...
Lo trascribo aquí. Es, simplemente, una CARTA A EUROPA. Dice así:

"Aunque han pasado unos meses, esta carta sigue teniendo actualidad, ya que refleja los sentimientos respecto a los flujos migratorios de África a Europa. La escribió desde Burkina Faso, Jacques Lacour (Umoya) al que hoy es presidente de Francia y a los ministros del Interior de la UE. Y que va más allá de las acusaciones mutuas entre Gobierno español y autonómico al echarse en cara no tomas medidas más drásticas.
Parece que una de sus actuales preocupaciones es poner límites al ininterrumpido flujo de refugiados que asedian las fronteras de Europa. Conocemos desde hace mucho tiempo la fuerza de esta presión y la existencia de miles de cadáveres que balizan las rutas del desierto cuando los viejos camiones caen  extenuados, cuando en el estrecho de Gibraltar naufragan las frágiles embarcaciones o cuando en las autopistas europeas olvidan de airear los contenedores o los tanques en los que viajan. Cuando un camino se cierra, otro se abre...y ¡seguirá así durante mucho tiempo!. Ustedes seguirán fletando esos humillantes chártes de "regreso al país", que tan profundamente hieren al hospitalario espíritu africano, pero nada de eso detendrá la llegada de refugiados económicos.
Seguirán llegando porque los gobiernos europeos no quisieron jamás que los campesinos africanos del África Occidental pudieran vivir del trabajo de su tierra. Porque ustedes no invierten en agricultura familiar ni compran sus productos a un precio justo para evitar que salgan de sus países;  o de crear un clima propicio al desarrollo de productos locales. Ustedes desestabilizan los mercados con falsos precios manipulados a través del "dumping" y de las subvenciones. Y pregonan que comercio ultraliberal = desarrollo, receta que empobrece a los desfavorecidos y enriquecen a los que ya lo están. Por desgracia otras ayudas solo favorecen a Estados donde no se respetan los derechos humanos y florece la corrupción y el chantaje a los más débiles.
Llegarán porque esos jóvenes que abandonan el campo no encuentran  perspectivas de futuro y los pocos empleos existentes solo llegan a una minoría que los acapara. Solo quedan los caminos de la aventura que brilla ante sus ojos vía TV internacional y que les hace soñar con Europa.
Vendrán porque hacen falta en la construcción, en las tareas agrícolas, en el servicio doméstico, y en otros trabajos nada apetecibles para los europeos mejor instalados.
Cuando la UE sea consciente de que el mundo necesita de todas las agriculturas, cuando vea que es bueno y justo proteger los procesos productivos alimentarios de África, cuando deje de imponer acuerdos de libre comercio, cuando Europa deje de apoyar  a las "democraduras" africanas, solo entonces, señorías, disminuirá la presión en sus fronteras. ¡Valentía, señores!
José Antonio Morillas Brandy, S.J.
Las Palmas de Gran Canaria."

No hay comentarios: