Recluidos por un sueño

Llegan a España en busca de una vida mejor y terminan, en muchos casos, tras los muros de un recinto oficial, junto a otros miles de compatriotas en su misma situación. Esta es la historia de las más de 4.500 personas que fueron trasladadas a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid y Barcelona durante 2013, casi 3.000 al de Aluche y 1.548 a la Zona Franca, según desveló hace unos días el informe de la ONG jesuita Pueblos Unidos titulado CIE, Criminalizados, Internados, Expulsados, en el que se denunciaba un abuso de la reclusión de extranjeros en el país. El estudio, elaborado a partir de los datos extraídos de un total de 1.240 visitas a 300 internos en el CIE madrileño, apuntaba a que un 78 por ciento de sus ocupantes son hombres y que un 23 habían llegado recientemente al territorio nacional. Además, el texto puso en evidencia que, más de la mitad de sus inquilinos, carecía de antecedentes penales. Sin embargo, y pesar de que la mayoría no había estado nunca fichado por la Policía, la ONG insistió en que «el discurso de los agentes y el Ministerio del Interior tiende a criminalizar a los inmigrantes retenidos en estos centros, para asentar en la opinión pública la idea de que solo se expulsa a delincuentes ilegales y muy peligrosos». En este sentido, advirtió de que el concepto policial de expulsiones cualificadas «infla las cifras, incluyendo meras denuncias o antecedentes penales». (Leer más...)