domingo, marzo 29, 2015

Gil Arias Fernández: “Es imposible vigilar el Mediterráneo entero para salvar a todos los inmigrantes”

El director adjunto de Frontex habla para Infoactualidad sobre los retos de este 2015 de la agencia europea de vigilancia de las fronteras exteriores, con la atención dirigida hacia la operación ‘Tritón’ y los grandes flujos migratorios en el Mediterráneo. Durante el pasado año, algunos puntos de entrada en Europa se convirtieron en focos de intensa inmigración irregular. Desesperanzados por la inestabilidad política o los conflictos en sus países, muchas personas pagan a contrabandistas para que les ayuden a entrar en la Unión Europea, huyendo de sus lugares de origen y atravesando el Mediterráneo en condiciones precarias y peligrosas. La situación es alarmante. Lejos de cambiar, Gil Arias Fernández, director adjunto de Frontex –agencia europea que coordina operaciones entre diferentes países para vigilar y reforzar las fronteras exteriores-, prevé un 2015 igual de problemático que el 2014, en el que la inmigración irregular multiplicó casi por tres las cifras del 2013 y duplicó las de 2011, un año de grandes flujos migratorios causados por la Primavera Árabe. “En vista de los datos de los primeros meses de este año no parece que la inmigración irregular vaya a disminuir sino que podría incrementarse aún más”, asegura Arias Fernández. Ese aumento se comprende al analizar la situación de los países de origen de los inmigrantes que se juegan la vida en el Mediterráneo. Proceden en su mayoría de Siria, Eritrea, Afganistán, Kosovo y Mali. Ninguno de esos lugares ofrece condiciones óptimas a su población para desarrollarse De Mare Nostrum a Tritón: ¿control de fronteras o salvamento? Para evitar tragedias como la de Lampedusa en 2013, en la que murieron ahogados 368 inmigrantes frente a las costas italianas, o la más reciente del mes de febrero, cuando perecieron otras 300 personas que partían de Libia hacia el Viejo Continente, las autoridades europeas se han visto obligadas a actuar. La agencia Frontex coordina desde octubre de 2014 la operación Tritón, una misión en la que participan 21 países para ayudar a Italia en el control de sus costas ante la afluencia de inmigrantes. Las autoridades italianas ya contaban con la operación Mare Nostrum tras la desgracia de Lampedusa, pero ante las dificultades presupuestarias para mantenerla, solicitaron ayuda a la Unión Europea para gestionar la situación. Esta nueva operación multilateral no sustituye a la italiana y es sustancialmente distinta: “Mientras que Mare Nostrum fue iniciada por las autoridades italianas con un alto presupuesto y amplios medios militares para el salvamento de personas, Tritón es una misión europea, cuenta con mucha menos financiación (2,8 millones de euros al mes) y sólo medios civiles”. Aunque en Tritón el “salvamento es una prioridad”, explica Arias Fernández, “el foco de esta operación es fronteriza”, por lo que está más cerca de las costas de Italia que de Libia. “Aún así – incide el director adjunto de la agencia-, los barcos salen día sí y otro también a rescatar inmigrantes más allá de las costas italianas”, ya que los incidentes se producen próximos al país africano. Sin embargo, se lamenta Arias Fernández, “por más medios que se desplieguen, es imposible vigilar el Mediterráneo entero para salvar a todos los inmigrantes”. Teniendo en cuenta que tiene cerca de dos millones y medio de kilómetros cuadrados de extensión, “se necesitarían las armadas y las flotas de todos los países de la UE y aún no sería suficiente”. El experimentado director de la agencia tiene claro que “la única manera de evitar las muertes de los inmigrantes sería que no saliesen en las condiciones en las que lo hacen y para eso se necesita la cooperación de todos los países, en este caso de Libia, es fundamental”. Cooperación de norte a sur La colaboración entre países europeos también debería mejorar, a juicio de Arias. “No hay ningún órgano que se dedique a coordinar operaciones de salvamento”, acusa el director adjunto de Frontex, que se queja de que “en cada Estado miembro hay alguna organización que dirige los rescates pero no hay una comunitaria que coordine los diferentes centros que existen”. Los países del sur de Europa parece que hacen grandes esfuerzos que los del norte no tienen que hacer. Gil Arias Fernández está de acuerdo. Sin embargo precisa que “las propias operaciones de la agencia son mecanismos de solidaridad europea. Los Estados miembros son los que proporcionan los aviones, los barcos y los helicópteros. Estas operaciones son un mecanismo por el que los países que no sufren en primera línea los flujos migratorios ayudan a los demás”. Porque en muchas de las ocasiones, el destino de los inmigrantes no es el país por el que entran a la Unión Europea, sino que siguen su camino hacia otros. Se necesita aún más coordinación y apoyo centrado en los focos de acción de Frontex donde se producen las mayores presiones migratorias: desde el Mediterráneo oriental –Mar Egeo y fronteras terrestres de Turquía con Grecia y Bulgaria-, a las fronteras de Hungría con Serbia, o directamente hacia el sur de la Península Ibérica. Esas son las prioridades operativas pero también lo es el deseo de que “la agencia no tuviese que actuar como una brigada de bomberos y apagar fuegos allí donde se producen, sino que hubiese capacidades en los propios Estados miembros por sí mismos para hacer frente de manera coordinada a estas situaciones de emergencia”, comenta Gil Arias Fernández. Un refuerzo de los diferentes países y la creación de otros instrumentos que sólo son posibles con el apoyo de la Unión Europea. http://www.ccinf.es/infoactualidad/index.php/la-fir/3881-gil-arias-fernandez-es-imposible-vigilar-el-mediterraneo-entero-para-salvar-a-todos-los-inmigrantes

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