domingo, agosto 09, 2015

Sin esperanza en la costa libia

7 de agosto de 2015 Las fuerzas de rescate en el Mediterráneo prosiguieron ayer la búsqueda de unos 200 desaparecidos, pero son pocas las esperanzas de rescatar con vida a supervivientes del naufragio del pasado miércoles de un barco con unos 700 inmigrantes frente a la costa de Libia. La guardia costera italiana informó de que pudieron ser rescatadas 373 personas de las 700 que viajaban a bordo. Además, se recuperaron 25 cadáveres. Los pasajeros a bordo, en su mayoría, eran de Siria, Eritrea, Somalia y Bangladesh. Los sin papeles supervivientes fueron alojados en Palermo. En concreto, llegaron a la ciudad siciliana 367 de los 373 rescatados (entre ellos 55 mujeres y 26 niños), mientras que los otros seis tuvieron que ser trasladados en helicóptero a un hospital por presentar severos problemas de salud. «Es poco probable que se vaya a encontrar a más supervivientes», dijo Martin Xuereb, de la empresa privada maltesa Moes, que también participa en el rescate. Según relataron los rescatados, unos 100 inmigrantes se encontraban en el área de carga del barco cuando naufragó. «Nos han dicho que la nave se hundió en pocos minutos», manifestó Melissa Fleming, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados Acnur. Por su parte, la responsable de Operaciones de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo (MSF), Paula Farias, aseguró que hay «cientos de muertos». Testigos de la tragedia. Mohamed y su familia tuvieron suerte. Este refugiado de Palestina consiguió mantener a flote a su hija de un año y a su mujer después de que el barco en el que viajaban naufragase. Ellos son parte de las 373 personas que pudieron ser salvados . «No sé cómo conseguí encontrarlas entre toda esa gente que intentaba agarrarse a los restos» de la embarcación, contó Mohamed. Las organizaciones humanitarias creen que en el momento del accidente muchas personas se encontraban en la bodega del barco, por lo que apenas tuvieron posibilidad de salvarse. «La gente tenía pánico y gritaba porque tenía miedo a quedarse allí abajo», explicó un testigo. Apenas pocas horas después de partir, la embarcación, que iba abarrotada, se paró después de que entrase agua en la sala de máquinas. http://www.latribunadetoledo.es/

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